Monumentos sobre el plato

Alcalá de Henares no necesita presentaciones. Más que reconocida es su importante aportación a la cultura universal a lo largo de la historia. Pero la Ciudad de las Artes y las Letras también ofrece una importante oferta para aquellos que busquen conocer otro tipo de monumentos, con la diferencia de que en este caso los encontrarán sobre un plato. Solo hay que darse un paseo por el casco histórico para descubrir el patrimonio gastronómico de la ciudad.

La “cultura de la tapa” está fuertemente arraigada en el municipio madrileño, hasta el punto de ser considerada como una tradición más. Dando un paseo por el corazón de la ciudad, desde la calle Libreros hasta la Plaza de los Santos Niños, pasando por la Plaza Cervantes y la calle Mayor, es casi inevitable no contagiarse de tan nutritiva costumbre; especialmente con la llegada del buen tiempo, cuando las terrazas se llenan de gente, y los aromas se pasean por las puertas de cada local invitándote a entrar.

La calidad viene determinada por la variedad. Los diferentes bares y restaurantes se las ingenian para marcar la diferencia respecto a la amplia competencia, lo que favorece la existencia de un gran abanico de posibilidades para todos los gustos.

La mayor concentración de locales en los que “tapear” la encontramos en el centro de la ciudad. En la calle Libreros bares como “Las cuevas de Antolín”; y el mítico “Indalo”, pionero en este modelo de negocio en Alcalá, que marcó el camino a seguir.

En la calle Mayor, “La Española” o “El Maimonides” son de los más populares.

En la Plaza de los Santos Niños, encontramos la “Casa de Don Pablo” y “El Antiguo Escudo”

Otra zona de Alcalá con un amplia oferta de locales es La Garena. A pesar de ser una zona relativamente joven, concentra un gran número de bares y restaurantes, y representa una alternativa al casco viejo. En su plaza podemos encontrar además de otro “Indalo”; “El Tapón”, otra de las franquicias más populares de la ciudad; o “La Casa Rojas”